Distraídos?

Distraídos?

miércoles, 6 de agosto de 2014

Algunas consideraciones sobre Integración Sensorial (segunda parte)

A fin de estimular incentivar en el estudiante una experiencia de aprendizaje que contemple experiencias sensoriales, Berríos Mathieu  (2005) propone el aprendizaje por medio de estímulos, argumentando que la variedad de estímulos táctiles que se le brinden al niño, debe ser muy amplia porque es su área más fuerte y éste deberá aprenderá de discriminar diferentes estímulos, utilizar y desarrollar estas sensaciones para obtener la información útil acerca del mundo.
En el caso de que el niño rechace todo tipo de contacto, hay que buscar la forma de acercarse primero a él muy lentamente, por medio de otro tipo de estímulos, por ejemplo se juega con una pluma, se le pasa al frente, se mueve, se le va acercando cada vez más la pluma, se le hace cosquillas, se sigue buscando la forma de irse acercando cada vez más, hasta que se le roce la mano “accidentalmente” y poco a poco acercarse más hasta que acepte el contacto físico. La duración de este proceso va a depender en gran parte del niño y de la pericia de la persona que trabaje con él.
Este aprendizaje debe desarrollarse por medio de experiencias, para que logre distinguir todas las características de un objeto como temperatura, peso, superficie, resistencia, forma, tamaño, etc. El niño debe tener total libertad y oportunidad para llegar a descubrir estas características por sí mismo, ya que por medio de su propia actividad va a aprender mejor y más rápido, sin embargo debe contar con suficiente supervisión y guía para que no se pierda o desvíe del objetivo planteado y poder estar seguros de que está aprovechando al máximo la variedad de características que se le presenten, así como las potencialidades y significados que puedan tener con respecto al objeto.
También debe aprender a movilizarse en el espacio, teniendo un estrecho contacto directo con el objeto antes de que lo pueda percibir. El desarrollo de este sentido está íntimamente ligado con el desarrollo de la independencia en el área de la motora gruesa, debe desplazarse y usar sus manos con intención para poder ampliar su conocimiento del mundo, entre más variada sea la actividad motora involucrada, mayor será el conocimiento que adquiera, los objetos pueden ser percibidos mejor si se exploran con ambas manos.
Para lograr que esto se lleve a cabo, el niño debe tomar conciencia antes de sí mismo y luego del mundo que le rodea, se trata de construir una imitación partiendo de los movimientos motores del cuerpo como abrazar, saltar, balancear los brazos, etc.
Es importante introducirle también experiencias y orientar su atención hacia la comparación de objetos y características, se le debe proporcionar una variedad infinita y resaltar los contrastes, así como comparaciones para encontrar las similitudes y las diferencias de los objetos, como por ejemplo: agua caliente y fría, hojas secas y verdes, comparar las partes del cuerpo del docente y del niño, comparar un grupo de pelotas con la que se está usando, etc.

Con los niños que tengan más capacidad y mejores destrezas, se realizan actividades de aprendizaje formal y abstracto, ayudándoles a que aprenda a dirigir su atención por un período breve en una tarea, a mirar los detalles importantes de la situación y a seguir instrucciones, estas actividades deben introducirse poco a poco. El tiempo se puede usar exponiendo al niño a situaciones de experiencias y retroalimentándolo con ellas. Todas estas actividades lo preparan para un aprendizaje formal.


Bibliografía:
Ayola Cuesta Palacios. Documento s/d. Fundación pro civismo y desarrollo social: Programa Multiimpedidos
Ayola Cuesta Palacios, 2004. Desordenes de regulación y modulación sensorial en niños con deficiencia visual. Una revisión de la literatura.
Berríos Mathieu L. 2005. La integración neurosensorial y su importancia para el desarrollo cognoscitivo de los niños con sordoceguera. San José, Costa Rica. 

miércoles, 30 de julio de 2014

Video: Escuela Inclusiva

Video: El Cazo De Lorenzo

Algunas consideraciones sobre Integración Sensorial (primera parte)

El sistema nervioso necesita recibir información de manera constante sobre el ambiente externo para organizar su funcionamiento. Esta información es captada a través de diferentes canales sensoriales: visual, táctil, auditivo, gustativo, olfativo, propioceptivo y vestibular. Los fragmentos de información sensorial que recibe de cada uno de estos canales,  llegan hasta el SNC, en donde diferentes estructuras, subcorticales y corticales, se encargan de recibirla, organizarla, integrarla y procesarla, hasta crear un todo con sentido; esto sirve de base para construir las respuestas que permiten la adaptación del niño a los cambios constantes en el medio ambiente.
Si la información sensorial no llega de una manera organizada, en la cantidad y con la calidad precisa, el SNC no puede realizar su función de producir respuestas para la adaptación temporal, lo mismo ocurre si las informaciones llegan al SNC y este no se encuentra en adecuadas condiciones de funcionamiento. Durante los primeros años de vida, la relación entre el ambiente interno y externo, se va sincronizando y optimizando en la medida en que informaciones sensoriales están disponibles en el ambiente, son captadas por los diferentes sistemas sensoriales, procesadas en el SNC, y finalmente, se producen las conductas motoras y el comportamiento a través del cual, el niño se adapta, explora, conoce y disfruta su entorno y de las relaciones con las personas. Esto es clave para el aprendizaje, el control emocional y la comunicación  (Ayola Cuesta Palacios, 2004).
Un  aporte clave para comprender y aplicar en nuestro futuro accionar profesional  las relaciones que se establecen entre cerebro y conducta,  y que son la base fundamental de la Teoría de Integración Sensorial, creada por Ayres (1972, 1979), tiene que ver con tomar conciencia de que como futuros educadores el principio primordial de la intervención es mejorar la habilidad del individuo para organizar y procesar informaciones sensoriales captadas durante actividades significativas y naturales de la vida diaria; facilitando así, la habilidad del niño para responder de manera adaptada a los estímulos sensoriales del ambiente y para esto, debemos observar con mayor detenimiento las conductas o los signos que transmiten nuestros alumnos, a fin de conocer las posibles disfunciones y dar una respuesta educativa.

Disfunciones en la integración sensorial y su manifestación a nivel de  signos o conductas (Ayola Cuesta Palacios).

·         Hipersensible al tacto, movimientos, sonidos y luces
(Defensividad sensorial) Distráctil, se retira cuando lo tocan, evita ciertas texturas, ropa. Alimentos.
Respuesta temerosa a movimientos de actividades cotidianas tales como: jugar en el parque de juegos. Sensible a sonidos fuertes.
·         Baja reacción a estimulación sensorial
Busca experiencias sensoriales intensas tales como: girar rápidamente el cuerpo, caerse y chocarse con los objetos, podría parecer inconsciente al dolor o a la posición del cuerpo. Podría fluctuar entre reacciones muy bajas y muy excesivas.
·         Problemas de coordinación (Planeamiento Motor)
Puede tener gran dificultad para aprender nuevas actividades motoras, pobre equilibrio y parecer inoportuno y torpe.
·         Retraso en actividades de la vida diaria
Podría tener problemas en las áreas académicas, a pesar de tener una inteligencia normal, problemas en la escritura, uso de las tijeras, amarrarse los zapatos, abotonarse y usar los cierres de la ropa.
·         Pobre organización del comportamiento
 Puede ser impulsivo distraído, le falta planeamiento al enfocar las tareas, no anticipa resultados de acciones. Puede tener dificultad para adaptarse a nuevas situaciones o para ajustarse a los cambios. Puede tener dificultad para seguir secuencia instrucción.
Reacciona agresivamente con frustración o aislándose ante los fracasos.
·         Defensividad Tactil
Sobre - reacción a experiencias táctiles, especialmente al toque  suave. Este puede resultar en evitar ser tocado por otros, aversión a las muchedumbres (amontonarse) irritación cuando le cortan o lavan el cabello, evitación de ciertos tipos de ropa. La defensividad tactil está frecuentemente asociada con hiperactividad, puede afectar la interacción y las relaciones sociales.
·         Defensividad Oral
Evitación de algunas texturas de los alimentos e irritación en actividades orales en general (ejemplo: cepillarse los dientes) Probablemente un tipo de defensividad táctil. Los patrones de aversión son únicos a cada individuo. Algunos niños evitan alimentos viscosos, otros evitan otras texturas.
·         Inseguridad Gravitacional e Inseguridad Postural
Sobre reacción o temor excesivo al movimiento o cambio de postura, particularmente las que involucran movimientos de la cabeza hacia atrás como al lavarse uno el cabello en una tina (baño), algunos individuos se asustan cuando bajan una escalera, suben un escalón. Ellos pueden ser aversivos a balancearse (particularmente cuando ellos giran).
·         Defensividad Auditiva
Hipersensible a ciertos sonidos, en especial los que son de tono alto, aspiradora, alarmas de fuego, y otros ruidos desencadenan una respuesta de alarma.
·         Defensividad Olfatoria
Hipersensibilidad a los olores, puede molestarse por los olores de ciertos alimentos y perfumes.

Estos indicadores resultan de gran importancia en la práctica profesional, ya que en diversas ocasiones, nuestros estudiantes presentan determinadas conductas o reacciones que nos llaman la atención y nos lleva a pensar que son desadaptativas, o referentes a una mala conducta, que le impiden realizar las actividades propuestas en clase (golpear las paredes u objetos, balancearse sobre su cuerpo, llorar o gritar). Algunos alumnos se resisten a participar de actividades “recreativas”, como resistirse a utilizar los juegos en la plaza. 

viernes, 9 de mayo de 2014

60 Recomendaciones para intervenir el TDAH en el aula

Este es un material propuesto por la fundación fundacioncadah.org y está fundamentado en que una buena preparación de los profesores en temas relacionados con el TDAH es muy importante para poder reconocer de forma rápida las necesidades especiales de estos niños y poder hacer las modificaciones apropiadas para su atención dentro del aula y que puedan alcanzar los objetivos establecidos, sin que por ello deban atravesar por un fracaso escolar.

Aquí les dejo el link: fundacioncadah.org

viernes, 2 de mayo de 2014

Mi hijo padece un trastorno ¿Qué puedo esperar del colegio?



Esta es una pregunta que se plantean las familias con hijos que padecen algún tipo de trastorno o problema infantil de cierta gravedad. Es el caso de los padres que reciben un diagnóstico de retraso madurativo, trastorno por déficit de atención, dislexia o trastorno de aprendizaje no verbal, entre otros muchos.



Qué espera la familia

Una vez que la familia recibe un diagnóstico de ese tipo espera una respuesta del centro educativo. En general, las familias esperan de nosotros los educadores y profesionales:



1º. Conocimiento del problema

Esperan que estemos informados del problema de su hijo, que lo conozcamos y que si no es así, tengamos la actitud de informarnos y conocer las características del trastorno que el niño presenta, al nivel esperado como profesionales.


2º. Se tenga en cuenta la situación

En segundo lugar, las familias esperan que tengamos en cuenta, en la medida de lo posible, las características de su hijo o hija: sus puntos débiles, especialmente.

Estoy implica conocer que hay determinadas situaciones, tareas, actividades en las que su hijo no podrá participar, o requiere una vigilancia especial u otro tipo de medidas.

Esperan que su hijo sea tenido en cuenta, que no sea olvidado. 


3º. Adopción de medidas

Las familias suelen comprender la situación: su hijo no está solo y los profesores tienen que atender a otros veintitantos niños más. Además, los recursos personales siempre son escasos.

Lo que suelen esperar las familias es que se tengan en cuenta las dificultades de su hijo y que se adopten las medidas que estén al alcance de los profesores.

En ocasiones esto implica solo pequeños detalles: que se le deje más tiempo para realizar los exámenes, que se permita una evaluación oral, que se esté un poco más pendiente de que el chico apunta los deberes en la agenda, asegurarse de que ha comprendido una explicación, proporcionarle refuerzo y apoyo, alentarlo…


Qué podéis hacer las familias


1. Aportar informes


Lo primero sería aportar los informes de que se dispongan al centro. No se conforme con llevarlo a la dirección, a veces los informes duermen en el cajón de esa mesa y nadie más lo ve. Prepare una copia para el orientador u orientadora y para el tutor o tutora de su hijo.

Entrégueselo personalmente, a ser posible en una pequeña entrevista y dígale que en el informe se explica lo que su hijo padece.


2. Aportar información sobre el trastorno

Aunque no debería ser así, las familias tienen muchos más conocimientos e información sobre el trastorno o dificultad de su hijo que los propios profesionales.

Si es posible, entréguen información al tutor o tutora sobre lo que padece su hijo para que lo lea y tenga en cuenta. No les den direcciones de internet; si pueden, entréguenselo en papel para que lo lea. De la mayoría de los trastornos existen guías para profesores. Aquí en el Blog “Familia y Cole” puede conseguir algunas.


3. Mantener entrevistas con el tutor o tutora


Pasado un tiempo prudencial, un mes como máximo, soliciten una entrevista con el tutor. Si es posible, procure que el orientador u orientadora esté presente.

La entrevista debería servir paraasegurarse de que se han leído los informes, las orientaciones generales y sobre todo, para que les informen de cómo se va a ajustar la respuesta educativa en el centro: si va a tener apoyo, adapación curricular… En definitiva, qué medidas se van a adoptar.

Después de esa entrevista, deberían procurar mantener entrevistas con el tutor una o dos veces al trimestre, como mínimo, con objeto de hacer un seguimiento de la evolución de su hijo o hija. 



4. Mostrarse disponible para colaborar.


Los educadores no deben percibir a la familia como una amenaza, más bien como colaboradores y estar abiertos siempre a implicarse desde el hogar en la intervención de su hijo.

Estén abiertos a pautas de intervención, pero soliciten que seanpautas claras y concretas y que efectivamente se puedan llevar a cabo en el contexto familiar.



5. No pregunten a diario cómo va su hijo.

Los niños con necesidades especiales avanzan muy lentamente: tienen pequeños avances, retrocesos. Su evolución es a medio plazo.

Eviten preguntar diariamente o semanalmente cómo va su hijo, porque la información que les aporten será mínima (su hijo no cambiará de un día para otro) y lo único que conseguirán es desmoralizarse ustedes mismos y angustiar a los profesionales.

En alguna reunión de profesores he tenido la ocasión de comentales: “ninguno de nosotros está exento de tener un hijo, un sobrino o un nieto con necesidades educativas especiales. Simplemente traten a esos alumnos de la misma forma que le gustaría que trataran al suyo” ¿Les parece buena idea?



viernes, 18 de abril de 2014

Guía práctica para profesores sobre TDAH

Compartimos este material destinado mayormente a docentes. Se trata de una guía que hace unos años elaboró Still, la Asociación Balear de padres con TDAH.

Es una guía muy práctica, con recomendaciones de actuación para los centros educativos en los casos de alumnos con TDAH. Es una guía breve en la que además de explicar en qué consiste el TDAH, ofrece muchas pautas y materiales concretos para actuar: desde la detección hasta la intervención en el aula.

Por ejemplo, facilita ejemplos concretos sobre cómo usar la agenda, cómo seguir la efectividad de la medicación o modelos de exámenes adaptados.
Quién la elaboró

La guía fue editada por la Conselleria d’Educació i Cultura del Govern les Illes Balears y por la Feaa, federación española de asociacions para la ayuda al déficit de atención con hiperactividad.
Además…

Mi recomendación es que todos los que intervenimos con este tipo de alumnado la usemos o la facilitemos a los que pueden intervenir con ellos. Además, la guía cuenta con una ventaja adiccional: no sólo es válida con los niños que presentan este trastorno, es igualmente útil para otros niños que tienen problemas de atención o dificultades de aprendizaje similares.

Espero que este material les sea útil y nos ayude a todos a dar una respuesta más eficaz a las necesidades de este alumnado.

Para descargarla puedes hacer clic aquí.

viernes, 11 de abril de 2014

Sugerencias pedagógicas para el trabajo áulico:

Sugerencias pedagógicas para el trabajo áulico:
A los fines de poder ayudarlos a mejorar su rendimiento en el ámbito áulico seria de gran utilidad si se pudieran contemplar las siguientes sugerencias:
·         Si se lo observa distraído atraer su atención en forma sutil evitando la exposición frente a sus compañeros. 
·         Incluir el nombre del niño en ejemplos puede ayudarlo a redireccionar su atención. Ej: “Juan fue al quiosco…”
·         Procurar dar consignas claras y cortas; que no incluyan varios pasos a la vez.
·         Dividirle las tareas extensas y enumerarle los pasos a seguir para su realización.
·         Acostumbrarlo a que revise sus trabajos y exámenes para corregir los errores antes de entregarlos.
·         Establecer rutinas, horarios. Ayudarlo a planificar el tiempo, usando calendarios, agendas.
·         Repetirle la consigna las veces que sean necesarias comprobando que haya comprendido lo que tiene que hacer.
·         Enseñarle a utilizar notas recordatorias.
·         Utilización de fotocopias a fin de que pueda concentrarse en la realización de las tareas y no en su copiado ya que a causa de su distracción suelen demorar más tiempo que otros niños.
·         Que ocasionalmente se lo evalúe no solo en forma escrita sino también oralmente.
·         Utilizar en las evaluaciones una menor cantidad de ejercicios o que se le permita emplear más tiempo para la resolución de los mismos.
·         En las evaluaciones que se valore más la adquisición del objetivo que la metodología utilizada.
·         Evitar en las evaluaciones las preguntas a desarrollar.
·         Reforzar positivamente aquellas conductas deseadas, más que castigar las no deseadas. Establecer contratos de comportamiento positivo incluyendo conductas que estén a su alcance.
·         Valorar sus logros.
·         Procurar ubicarlo en un lugar próximo al docente y al pizarrón, para advertir con mayor facilidad los momentos en que se distrae o no llega a completar la tarea.
·         Mantener contacto ocular cuando se le están dando indicaciones.
·         Permitir movimientos ociosos que no interfieran con el ritmo de la clase.
·         Otorgarle un rol activo en la clase, que implique el movimiento (ej: repartir fotocopias, juntar cuadernos, etc)
·         Involucrarlo activamente durante las exposiciones para evitar que se distraiga.
·         No proponer actividades con límites de tiempo que, obviamente, favorecen conductas impulsivas porque contribuyen a acelerar y desorganizar al niño. 
·          Estar pendiente de los momentos brillantes, porque estos niños tienen mucho más talento y capacidad de lo que aparentan. Están llenos de creatividad, acción y espontaneidad.

El comportamiento impulsivo
El comportamiento impulsivo es normal en niños de edad escolar y es una parte del desarrollo de un niño.
El comportamiento impulsivo sucede cuando un niño quiere algo, y lo quiere en ese momento y tiene dificultad para esperar. Esto sucede porque el cerebro de un niño no está completamente desarrollado todavía, especialmente la parte del cerebro que controla los impulsos. Esta parte del cerebro se empieza a desarrollar a los dos años de edad, y se desarrolla a una velocidad diferente en cada niño – cada niño es diferente.
Todos los niños deben aprender a tener la capacidad de controlar sus impulsos y su comportamiento. Esto es algo que deben aprender a hacer y qué se debe a que su cerebro no está completamente desarrollado. En algunos niños, esto puede ser más intenso que en otros. Hay diferentes niveles de impulsividad. Pero todos los niños necesitan ayuda para entender cómo controlar sus impulsos.

La importancia de aprender habilidades de autorregulación antes de ingresar a la escuela
Una de las cosas que los maestros de aprecian es cuando los niños aprenden estas destrezas de autocontrol, porque la autorregulación les da las siguientes habilidades:
  • La habilidad para prestar atención en clase
  • La habilidad para resolver conflictos con otros niños
  • Concentración
  • La habilidad para tolerar la frustración
Los niños aprenden todo de los adultos en sus vidas, así que los adultos deben estar presentes para apoyarlos en todo momento.

Anticipar situaciones que provoquen un comportamiento impulsivo
Es importante anticipar las situaciones que provoquen un comportamiento impulsivo. Las situaciones estresantes generalmente desencadenan un comportamiento impulsivo. Las transiciones pueden ser difíciles de comprender para los niños y eso también puede provocar un comportamiento impulsivo. Anticipe las situaciones y prepare al niño para ellas. Los adultos deben mantenerse calmados y ayudar a los niños a entender las transiciones. También deben ayudar a que los niños se sientan seguros.

Reaccionar al comportamiento impulsivo
Lo más importante que un adulto puede hacer es mantenerse calmado y regular su propio comportamiento. ¡Respire! Una vez que el adulto esté calmado, puede acercarse al niño no para castigarlo sino para entenderlo. Los niños actúan impulsivamente por una razón. Están tratando de decirnos algo con su comportamiento. Los niños deben sentirse seguros y protegidos para poder estar en el estado mental apropiado para aprender. Muestre empatía y ofrézcales maneras de trabajar mejor para que puedan obtener lo que quieren.

Ayudar a los niños a entender el concepto de autocontrol
Aproveche las oportunidades que le da su niño: cuando el niño presente un comportamiento impulsivo, hable con él de manera que él vea que usted presta atención a sus reacciones. Use el cuerpo del niño como un vehículo para hablar sobre la autorregulación, para entrar sintonizar con sus cuerpos. Esto funciona para niños pequeños y mayores.

¿Hay algunos niños que tienden a ser más impulsivos que otros?
Todos los niños son diferentes. Algunos tienen más tendencias a ser impulsivos que otros. En otros casos, los niños que pueden haber sido expuestos a violencia o abuso podrían ser más impulsivos porque una parte de su cerebro no se ha desarrollado apropiadamente. Estos niños necesitan más empatía y apoyo de los adultos en sus vidas.
http://www.losninosensucasa.org/images/spacer.gif



viernes, 4 de abril de 2014

Trastornos asociados

 

Con mucha frecuencia el TDAH no viene sólo. Cerca de dos terceras partes de los niños remitidos a consulta por TDAH presentan otro trastorno asociado (o sea, que el TDAH "puro", sin nada más, es en realidad lo menos frecuente).

A continuación mostramos una lista de los diagnósticos más frecuentemente encontrados junto con el TDAH (en algún momento de la vida del paciente):

Trastorno Negativista-Desafiante (TND): 50-75%

Trastorno Disocial (TD) 20-50%

Trastornos por abuso de drogas: 12-24%

Trastornos de ansiedad: 25%

Trastornos afectivos: 20-30%

Trastornos del sueño.

Trastorno de Tics.

Trastornos de la coordinación motora.

Trastornos específicos del aprendizaje.: 20%

Problemas intelectuales.

Lesiones y accidentes.


Nunca se insistirá bastante en la importancia de determinar si, además del TDAH, existe otro problema añadido. La razón es simple: si no se detectan estos problemas difícilmente se podrán tratar, y si no se tratan, empeoran y complican la evolución del individuo.
 
El diagnóstico y tratamiento debe realizarlo un profesional experto en salud mental infanto-juvenil, capaz no sólo de reconocer y orientar terapéuticamente el TDAH, sino también estos trastornos asociados.

Para hacerse una idea de lo que suele suceder cuando un paciente con TDAH (especialmente de predominio hiperactivo) se deja sin tratamiento, a continuación se describe la secuencia más frecuente de complicaciones del TDAH:

- uno de cada dos pacientes con TDAH asociará también un TND
- uno de cada dos pacientes con TND y TDAH presentará un TD
- uno de cada dos TD desarrollará un T. Antisocial de la personalidad (TAP)
- uno de cada dos pacientes con TAP acabará en la cárcel.

[NOTA: esta evolución es una simplificación pedagógica de los datos estadísticos]
El tratamiento adecuado aborta en muchos casos esta progresión, y en otros reduce la intensidad de los síntomas. Un tratamiento será adecuado sólo si está basado en pruebas científicas (no en creencias infundadas) y si está dirigido a todos los trastornos que la persona padezca (y no sólo a uno de ellos). Los psiquiatras de niños y adolescentes, con la colaboración de otros profesionales, tienen la capacidad y formación adecuada para realizar este enfoque global.

Trastorno Negativista-Desafiante: el Trastorno Negativista Desafiante (TND) consiste en un patrón de conductas negativistas, hostiles y desafiantes presente de forma persistente durante al menos 6 meses. Dichas conductas incluyen discusiones con adultos, rabietas y enfados, negativa a cumplir las normas establecidas o las órdenes de los adultos, mentiras, culpar a otros de malas conductas propias y resentimiento. Puede darse sin que exista previamente un TDAH, pero cuando lo hay el riesgo de padecer un TND se multiplica por 10. Entre un 50 y un 70% de niños con TDAH presentan también un TND, y es con frecuencia precursor del Trastorno Disocial.
 
Volver arriba

Trastorno Disocial: el Trastorno de Conducta (TD) consiste en un patrón de comportamientos en el que se violan sistemáticamente las normas sociales o legales y los derechos básicos de los demás, de forma persistente y durante al menos un año. Pueden presentarse conductas agresivas hacia personas y animales (intimidación y amenazas, peleas, uso de armas potencialmente dañinas, crueldad física), destrucción de la propiedad, robos y mentiras para eludir responsabilidades. Se presenta en un 20-50% de niños y adolescentes con TDAH, y algunos evolucionarán hacia un Trastorno Antisocial de la Personalidad en la vida adulta.
 
Volver arriba

Trastornos por abuso de drogas: el riesgo en el TDAH de presentar abusos de sustancias en la adolescencia o la vida adulta es del 12 al 24%, y la presencia de TOD y/o TC es un predictor para presentar posteriormente dichos trastornos. Estos trastornos se presentan con frecuencia más temprano, y duran más, que en personas que no padezcan el TDAH. Los últimos estudios de seguimiento parecen apuntar a que el tratamiento con psicoestimulantes mantenido más de un año actúa como factor protector frente al desarrollo de abusos de drogas en la adolescencia o la vida adulta.
 
Volver arriba

Trastornos de ansiedad: los trastornos de ansiedad y el TDAH son los dos trastornos psiquiátricos más frecuentes en la infancia, y se dan a la vez en un mismo individuo en aproximadamente un 25% de los casos. Por otra parte, la presencia de TDAH aumenta por 3 el riesgo de padecer un trastorno de ansiedad.
 
Volver arriba

Trastornos afectivos (depresión y distimia): la mayor parte de los estudios sitúan establecen que están presentes en el 20-30% de los TDAH, con un riesgo de padecerlos 5 veces superior al de la población normal. Algunos estudios han sugerido un peor pronóstico cuando se dan conjuntamente, aunque no está plenamente demostrado.
 
Trastornos afectivos (T. Bipolar): Su presencia suele estar marcada por antecedentes familiares de dicha enfermedad. El diagnóstico de TDAH no aumenta el riesgo de presentar un Trastorno Bipolar, aunque el diagnóstico de Trastorno Bipolar en la infancia sí incrementa llamativamente el riesgo de presentar un diagnóstico adicional de TDAH.
 
Volver arriba

Trastornos del sueño: los niños con TDAH, sin tratamiento, presentan con frecuencia dificultades para conciliar el sueño (se retrasa), para dormir toda la noche de un tirón, y para dormir hasta su hora (se despiertan pronto). Pueden también hablar dormidos (somniloquios), tener terrores nocturnos, pesadillas, movimientos involuntarios y sonambulismo. En cualquier caso, su calidad de su sueño es sustancialmente similar a la de los niños sin TDAH.


Trastorno de Tics: hasta un 18% de los niños pueden presentar un tic motor en la infancia, tasa que baja al 2% en la adolescencia y al 1% en la vida adulta. La presencia de un TDAH no parece incrementar particularmente el riesgo de presentar un trastorno por tics.


Trastornos de la coordinación motora: presentes como problemas del equilibrio, torpeza motora fina (dificultades con gestos como coger un lápiz o usar un teclado de ordenador), choques y caídas frecuentes, poca habilidad para ciertos deportes, etc.


Problemas de rendimiento académico: Constituyen uno de los motivos más frecuentes de consulta (junto con la hiperactividad-impulsividad). El rendimiento académico se ve mermado por varias razones. Por el déficit de atención que bloquea su aprendizaje, por las amonestaciones derivadas de su conducta perturbadora, pero también por su asociación (quizá genética) con trastornos específicos del aprendizaje. Más de un 20% presentan trastornos específicos de la lectura, escritura, o de las matemáticas. Estos trastornos se diagnostican mediante pruebas específicas disponibles habitualmente en los Departamentos de Orientación Escolar o Gabinetes Psicopedagógicos.


Problemas intelectuales: el grupo de niños con TDAH puntúa entre 7 y 10 puntos menos que sus iguales en las pruebas de inteligencia, sobre todo en el área verbal, dato quizás en relación con las dificultades de procesamiento cognitivo que implican los síntomas del trastorno.


Lesiones y accidentes: el niño hiperactivo tiene 4 veces más posibilidades de sufrir accidentes y lesiones graves (fracturas óseas, traumatismos cráneo-encefálicos, rotura de dientes, etc.) que el niño sin este trastorno, debido a su impulsividad y a la presencia de trastornos de la coordinación motora

Tengo un alumno hiperactivo ¿Qué hago?

Compartimos un artículo muy interesante ya que aborda problemáticas cotidianas en el contexto escolar. Recomendaciones para docentes de alumnos con TDAH.



Soy maestra y he llegado nueva a un centro. Voy a ser tutora de 3º de Primaria y tengo un alumno con Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). ¿Qué tengo que hacer?

El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad se manifiesta de manera diferente en cada niño, por lo que establecer medidas o pautas generales es complicado. Pero al menos, como maestra, debe adoptar las siguientes medidas:

1º. Asegúrese de que efectivamente su alumno tiene ese diagnóstico.

Algunos niños tienen la etiqueta de “hiperactivos”, pero en realidad nadie los ha diagnosticado correctamente o al contrario, se descartó esa posibilidad. Si el niño no tiene un diagnóstico, el primer paso sería realizarlo desde el punto de vista escolar, que lo debe realizar el orientador que atiende a su centro, y desde un punto de vista médico, realizado por un neurólogo o un psiquiatra infantil.

2º. Debe informarse de cómo funciona el TDAH.

Cuando no se tiene información, estos niños dan la impresión de mal educados e impertinentes. Sin embargo, cuando se conoce cómo funciona el trastorno, la visión del problema cambia. En muchos casos, los padres tienen más información sobre el TDAH que los propios profesores. No olvide que es una profesional y que debe tener conocimientos sobre el tema, al menos, como los propios padres. Puede comenzar leyendo alguna de las guías para educadores que existen. Aquí puede descargarse gratuitamente una muy recomendable:

3º. Mantener contacto con la familia.

Con la familia del alumno con TDAH, debe mantener mayor contacto que con el resto de padres. Comience por interesarse por las características del niño, sus puntos débiles y fuertes. La relación con la familia debe ser constructiva, nunca se puede llegar al reproche mutuo: no conduce a nada.

4º. Demande el apoyo de otros profesionales del centro.

No puede afrontar sola todo el trabajo con este alumno: es posible que tenga dificultades de aprendizaje y necesite apoyo escolar. También es posible que requiera un trabajo de estimulación de la atención y otras funciones cognitivas. Así mismo, recurra al servicio de orientación cuando necesite asesoramiento.

5º. Ya en el aula puede adoptar alguna de las siguientes medidas:

- Siempre que pueda, preste mucha más atención, con elogios y muestras de satisfacción, a las conductas adecuadas que al mal comportamiento.

- Cuando tenga que llamarle la atención por mal comportamiento recurra (cuando sea posible) a otros niños del aula: “Fulatino, dile que se siente en su sitio, por favor”. No se queme en llamadas de atención.

- En el trabajo escolar, es prioritario comenzar por enseñarle a organizarse su trabajo.

- Es efectivo segmentarles las actividades y darles oportunidad de moverse en clase “legalmente”. Una estrategia, es pedirles que cada vez que terminen una actividad acudan a su mesa a mostrársela. Usted solo la mira y sin corregírsela todavía, le anima a continuar con la siguiente.

- Situar al niño en un lugar donde tenga menos distractores y usted pueda estar cerca para apoyarle.

- En algunos casos les ayuda tener un compañero que hace de “tutor” o de “entrenador” y que le ayuda a realizar ciertas tareas, a anotar las actividades para el día siguiente, etc.

- Préstele ayuda directa si tiene dificultades en la realización de actividades.

- Procure que el niño tenga una responsabilidad en el aula: borrar la pizarra, bajar las persianas, apagar las luces… cuide la autoestima que suele estar dañada en muchos alumnos.

Autor: Jesús Jarque http://jesusjarque.com/

sábado, 29 de marzo de 2014

Cómo detectar problemas de aprendizaje en los niños

Los problemas de aprendizaje afectan a 1 de cada 10 niños en edad escolar. Estos problemas pueden ser detectados en los niños a partir de los 5 años de edad y constituyen una gran preocupación para muchos padres, ya que afectan al rendimiento escolar y a las relaciones interpersonales de sus hijos. Un niño con problemas de aprendizaje suele tener un nivel normal de inteligencia, de agudeza visual y auditiva. Es un niño que se esfuerza en seguir las instrucciones, en concentrarse y portarse bien en su casa y en la escuela. Su dificultad está en captar, procesar y dominar las tareas e informaciones, y luego en desarrollarlas posteriormente. El niño con ese problema simplemente no puede hacer lo mismo que los demás, aunque su nivel de inteligencia sea el mismo.



El niño con problemas de aprendizaje específicos presenta patrones poco usuales, a la hora de percibir las cosas en el ambiente externo. Sus patrones neurológicos son distintos a los de otros niños de su misma edad. Sin embargo, tienen en común algún tipo de fracaso en la escuela o en su comunidad.

Cuando un niño tiene problemas para procesar la información que recibe, le delata su comportamiento. Los padres deben estar atentos y observar las señales más frecuentes que indican la presencia de un problema de aprendizaje:

- Dificultad para entender y seguir tareas e instrucciones.

- Problemas para recordar lo que alguien le acaba de decir.

- Dificultad para dominar las destrezas básicas de lectura, deletreo, escritura y/o matemática, por lo que fracasa en el trabajo escolar.

- Dificultad para distinguir entre la derecha y la izquierda, para identificar las palabras, etc. Puede presentar tendencia a escribir las letras, las palabras o los números al revés.

- Falta de coordinación al caminar, hacer deporte o llevar a cabo actividades sencillas como sujetar un lápiz o atarse el cordón del zapato.

- Facilidad para perder o extraviar su material escolar, libros y otros artículos.

- Dificultad para entender el concepto de tiempo, confundiéndo el "ayer", con el "hoy" y/o "mañana".

- Tendencia a la irritacióno a manifestar excitación con facilidad.
Características de los problemas de aprendizaje

Los niños que tienen problemas del aprendizaje con frecuencia presentan, según la lista obtenida de When Learning is a Problem/LDA(Learning Disabilities Association of America), características y/o deficiencias en:

Lectura (visión) El niño se acerca mucho al libro; dice palabras en voz alta; señala, sustituye, omite e invierte las palabras; ve doble, salta y lee la misma línea dos veces; no lee con fluidez; tiene poca comprensión en la lectura oral; omite consonantes finales en lectura oral; pestañea en exceso; se pone bizco al leer; tiende a frotarse los ojos y quejarse de que le pican; presenta problemas de limitación visual, deletreo pobre, entre otras.

Escritura Invierte y varía el alto de las letras; no deja espacio entre palabras y no escribe encima de las líneas; coge el lápiz con torpeza y no tiene definido si es diestro o zurdo; mueve y coloca el papel de manera incorrecta; trata de escribir con el dedo; tiene un pensamiento poco organizado y una postura pobre.

Auditivo y verbal El niño presenta apatía, resfriado, alergia y/o asma con frecuencia; pronuncia mal las palabras; respira por la boca; se queja de problemas del oído; se siente mareado; se queda en blanco cuando se le habla; habla alto; depende de otros visualmente y observa al maestro de cerca; no puede seguir más de una instrucción a la vez; pone la tele y la radio con volumen muy alto.

Matemáticas El alumno invierte los números; tiene dificultad para saber la hora; pobre comprensión y memoria de los números; no responde a datos matemáticos.

Fuente consultada:
- Social / Emocional. Niño hiperactivo, con baja autoestima y atención.

miércoles, 26 de marzo de 2014

Actualidad

La controversia en torno a la hiperactividad mantiene dividida a la comunidad científica desde hace varias décadas. En este sentido, Osasunbidea recuerda en su informe, titulado ‘Atentos al déficit de atención. Entre la naturaleza incierta y la prescripción hiperactiva’, que las polémicas son algo habitual en el ámbito de las ciencias de la salud y mucho más en las cuestiones relacionadas con el cerebro. El del TDAH, argumenta, "es un ejemplo paradigmático donde el debate continúa más abierto y vivo que nunca". "¿Cuál es su origen?", se plantea el Servicio Navarro de Salud. "¿Resultan adecuadas las herramientas para el diagnóstico? ¿Podemos confiar en la eficacia y seguridad de los tratamientos ¿Y en qué medida el interés particular de los distintos agentes implicados facilita o dificulta el encontrar una respuesta válida a las anteriores preguntas?".
Dos nuevos informes de los gobiernos vasco y navarro vuelven a poner en entredicho el TDAH y la terapia con psicoestimulantes, tanto en niños como en adultos.

viernes, 21 de marzo de 2014

Niños y niñas con TDAH, pautas para padres y madres



La Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (CEAPA) ha editado la Guía Niños y niñas con TDAH, pautas para padres y madres.

La guía ofrece información sobre el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), así como orientaciones básicas para mejorar la convivencia en casa, subrayando la importancia de adoptar una actitud positiva, proporcionar una dinámica familiar organizada y estructurada y un ambiente cálido, favorecer el desarrollo individual del niño, promover su autoconfianza y autoestima, ayudarle a mejorar sus relaciones sociales y su capacidad de atención, entre otros aspectos.

La guía también aborda el tema de la colaboración entre la familia y el centro escolar, así como proporciona información sobre asociaciones de TDAH repartidas por todo el territorio español.



Si quieres descargar este documento solo debes acceder aquí

miércoles, 19 de marzo de 2014

Compartimos un material de bastante utilidad sobre el aprendizaje cooperativo desde el enfoque inclusivo

El aprendizaje cooperativo como metodología clave para dar respuesta a la diversidad del alumnado desde un enfoque inclusivo



Resumen

Actualmente, la puesta en práctica de nuevas corrientes inclusivas obliga, por un lado, a preparar a los docentes y, por otro, a desarrollar al máximo programas didácticos inclusivos que hagan posible la atención de la diversidad en los centros ordinarios. Por este motivo el objetivo del presente artículo es reflexionar sobre algunos fundamentos sobre los que se sustenta la educación inclusiva, y la metodología del aprendizaje cooperativo como necesidad y recurso para atender a la diversidad del alumnado, y como contenido a aprender, para convivir con la pluralidad de diferencias individuales que supone un modelo educativo inclusivo.