Distraídos?

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miércoles, 30 de julio de 2014

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Video: El Cazo De Lorenzo

Algunas consideraciones sobre Integración Sensorial (primera parte)

El sistema nervioso necesita recibir información de manera constante sobre el ambiente externo para organizar su funcionamiento. Esta información es captada a través de diferentes canales sensoriales: visual, táctil, auditivo, gustativo, olfativo, propioceptivo y vestibular. Los fragmentos de información sensorial que recibe de cada uno de estos canales,  llegan hasta el SNC, en donde diferentes estructuras, subcorticales y corticales, se encargan de recibirla, organizarla, integrarla y procesarla, hasta crear un todo con sentido; esto sirve de base para construir las respuestas que permiten la adaptación del niño a los cambios constantes en el medio ambiente.
Si la información sensorial no llega de una manera organizada, en la cantidad y con la calidad precisa, el SNC no puede realizar su función de producir respuestas para la adaptación temporal, lo mismo ocurre si las informaciones llegan al SNC y este no se encuentra en adecuadas condiciones de funcionamiento. Durante los primeros años de vida, la relación entre el ambiente interno y externo, se va sincronizando y optimizando en la medida en que informaciones sensoriales están disponibles en el ambiente, son captadas por los diferentes sistemas sensoriales, procesadas en el SNC, y finalmente, se producen las conductas motoras y el comportamiento a través del cual, el niño se adapta, explora, conoce y disfruta su entorno y de las relaciones con las personas. Esto es clave para el aprendizaje, el control emocional y la comunicación  (Ayola Cuesta Palacios, 2004).
Un  aporte clave para comprender y aplicar en nuestro futuro accionar profesional  las relaciones que se establecen entre cerebro y conducta,  y que son la base fundamental de la Teoría de Integración Sensorial, creada por Ayres (1972, 1979), tiene que ver con tomar conciencia de que como futuros educadores el principio primordial de la intervención es mejorar la habilidad del individuo para organizar y procesar informaciones sensoriales captadas durante actividades significativas y naturales de la vida diaria; facilitando así, la habilidad del niño para responder de manera adaptada a los estímulos sensoriales del ambiente y para esto, debemos observar con mayor detenimiento las conductas o los signos que transmiten nuestros alumnos, a fin de conocer las posibles disfunciones y dar una respuesta educativa.

Disfunciones en la integración sensorial y su manifestación a nivel de  signos o conductas (Ayola Cuesta Palacios).

·         Hipersensible al tacto, movimientos, sonidos y luces
(Defensividad sensorial) Distráctil, se retira cuando lo tocan, evita ciertas texturas, ropa. Alimentos.
Respuesta temerosa a movimientos de actividades cotidianas tales como: jugar en el parque de juegos. Sensible a sonidos fuertes.
·         Baja reacción a estimulación sensorial
Busca experiencias sensoriales intensas tales como: girar rápidamente el cuerpo, caerse y chocarse con los objetos, podría parecer inconsciente al dolor o a la posición del cuerpo. Podría fluctuar entre reacciones muy bajas y muy excesivas.
·         Problemas de coordinación (Planeamiento Motor)
Puede tener gran dificultad para aprender nuevas actividades motoras, pobre equilibrio y parecer inoportuno y torpe.
·         Retraso en actividades de la vida diaria
Podría tener problemas en las áreas académicas, a pesar de tener una inteligencia normal, problemas en la escritura, uso de las tijeras, amarrarse los zapatos, abotonarse y usar los cierres de la ropa.
·         Pobre organización del comportamiento
 Puede ser impulsivo distraído, le falta planeamiento al enfocar las tareas, no anticipa resultados de acciones. Puede tener dificultad para adaptarse a nuevas situaciones o para ajustarse a los cambios. Puede tener dificultad para seguir secuencia instrucción.
Reacciona agresivamente con frustración o aislándose ante los fracasos.
·         Defensividad Tactil
Sobre - reacción a experiencias táctiles, especialmente al toque  suave. Este puede resultar en evitar ser tocado por otros, aversión a las muchedumbres (amontonarse) irritación cuando le cortan o lavan el cabello, evitación de ciertos tipos de ropa. La defensividad tactil está frecuentemente asociada con hiperactividad, puede afectar la interacción y las relaciones sociales.
·         Defensividad Oral
Evitación de algunas texturas de los alimentos e irritación en actividades orales en general (ejemplo: cepillarse los dientes) Probablemente un tipo de defensividad táctil. Los patrones de aversión son únicos a cada individuo. Algunos niños evitan alimentos viscosos, otros evitan otras texturas.
·         Inseguridad Gravitacional e Inseguridad Postural
Sobre reacción o temor excesivo al movimiento o cambio de postura, particularmente las que involucran movimientos de la cabeza hacia atrás como al lavarse uno el cabello en una tina (baño), algunos individuos se asustan cuando bajan una escalera, suben un escalón. Ellos pueden ser aversivos a balancearse (particularmente cuando ellos giran).
·         Defensividad Auditiva
Hipersensible a ciertos sonidos, en especial los que son de tono alto, aspiradora, alarmas de fuego, y otros ruidos desencadenan una respuesta de alarma.
·         Defensividad Olfatoria
Hipersensibilidad a los olores, puede molestarse por los olores de ciertos alimentos y perfumes.

Estos indicadores resultan de gran importancia en la práctica profesional, ya que en diversas ocasiones, nuestros estudiantes presentan determinadas conductas o reacciones que nos llaman la atención y nos lleva a pensar que son desadaptativas, o referentes a una mala conducta, que le impiden realizar las actividades propuestas en clase (golpear las paredes u objetos, balancearse sobre su cuerpo, llorar o gritar). Algunos alumnos se resisten a participar de actividades “recreativas”, como resistirse a utilizar los juegos en la plaza.